Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento proporciona un registro histórico y teológico de la relación entre Dios y su pueblo, así como una guía moral y espiritual para vivir una vida justa y piadosa. Establece las bases para el entendimiento del Nuevo Testamento y la venida de Jesucristo como el cumplimiento de las promesas de Dios.

El Antiguo Testamento se divide en varias secciones:

1. La Ley (Torá): Inicia con Génesis, que relata la creación del mundo, la historia de los patriarcas como Abraham, Isaac y Jacob, y el éxodo del pueblo de Israel de Egipto. Continúa con Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, que contienen leyes, mandamientos y enseñanzas sobre cómo vivir en comunión con Dios.

2. Los Libros Históricos: Comprenden desde Josué hasta Ester y relatan la historia del pueblo de Israel, incluyendo la conquista de la tierra prometida, la época de los jueces, los reinados de los reyes de Israel y Judá, y los eventos que llevaron al exilio.

3. Los Libros Poéticos y de Sabiduría: Incluyen Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares. Estos libros contienen poesía, sabiduría y reflexiones sobre la naturaleza humana, la justicia y la relación con Dios.

4. Los Profetas Mayores y Menores: Los profetas como Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel (Mayores), junto con Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías (Menores). Estos libros contienen profecías, advertencias y exhortaciones dirigidas al pueblo de Israel y a las naciones vecinas.