Eclesiastés
SIN DIOS TODO ES VANIDAD
El libro de Eclesiastés explora las grandes preguntas de la vida, la muerte y el propósito humano a través de las reflexiones de un sabio conocido como "el Maestro" o "el Predicador". El escritor observa la aparente futilidad y transitoriedad de los logros humanos, el trabajo, la sabiduría y los placeres, concluyendo repetidamente que "todo es vanidad" o "absurdo". Sin embargo, Eclesiastés también aconseja disfrutar de las simples alegrías de la vida, como el trabajo bien hecho, el amor y la comida, reconociendo la soberanía de Dios en el orden de las cosas. La obra concluye con una exhortación a temer a Dios y guardar sus mandamientos como el verdadero deber de la humanidad, afirmando que Dios juzgará todas las acciones.
Versión Reina Valera 1909
Edición Castillo Fuerte